Después de
varias temas sobre la moda que tal dar un espacio para los modales, que
les parece?
La ropa no
es todo, es apenas un accesorio.
Tener una buena educación es importante, pero su complemento
perfecto es aprender a tener buenos modales. La enseñanza educativa de
conocimientos es fundamental para el desempeño de una labor profesional, pero
aprender buenos modales es imprescindible para aprender a ser persona, y
convivir con personas.
Caballeros después de
la revolución sexual :
La era en que las mujeres debían ser protegidas por los hombres, infelizmente pasó a ser historia desde que ellas decidieron que era tiempo de liberarse de costumbres injustas.
La era en que las mujeres debían ser protegidas por los hombres, infelizmente pasó a ser historia desde que ellas decidieron que era tiempo de liberarse de costumbres injustas.
La mujer actual intenta escapar al machismo y día a día se
gana un lugar en actividades que eran consideradas sólo para hombres. Pero
sera que la mujer no se da cuenta que su físico, su constitución es
diferente de la del hombre¡??
Sin embargo, muchas sostienen que los hombres interpretaron mal su mensaje y argumentan que ceder derechos no tiene nada que ver con el olvido de su condición de damas. Claire hounie trabaja en el área de coordinación de la facultad de ciencias humanas de la universidad católica, lo que la hace convivir a diario con estudiantes cuyas conductas llaman la atención, dice. "una vez subí al ascensor con un alumno al que le abrí y cerré la puerta. Sentí necesidad de decirle algo porque parecía que yo fuera una portera", recuerda aún sorprendida.
Este tipo de actitudes son cada vez más frecuentes en los hombres, sobre todo entre las nuevas generaciones, "es raro ver a un hombre que le deje el asiento a una mujer. Eso se está perdiendo", se lamenta. Más allá de los cambios, el mensaje es que hay un límite entre ser caballero y ser pesado.
La idea no es que el hombre sacrifique su saco para que la mujer no pise al charco, sino que respete ciertas actitudes básicas, mínimas de educación, que hagan sentir a la mujer a gusto. Y a la vez la mujer se tiene que dar cuenta que su lugar no es de inferioridad es apenas distinto. Valorarse para que los demás se le valoricen. Esto es lo hemos perdido, no saber valorarse. Conclusión somos tratadas como queremos, objeto.
Sin embargo, muchas sostienen que los hombres interpretaron mal su mensaje y argumentan que ceder derechos no tiene nada que ver con el olvido de su condición de damas. Claire hounie trabaja en el área de coordinación de la facultad de ciencias humanas de la universidad católica, lo que la hace convivir a diario con estudiantes cuyas conductas llaman la atención, dice. "una vez subí al ascensor con un alumno al que le abrí y cerré la puerta. Sentí necesidad de decirle algo porque parecía que yo fuera una portera", recuerda aún sorprendida.
Este tipo de actitudes son cada vez más frecuentes en los hombres, sobre todo entre las nuevas generaciones, "es raro ver a un hombre que le deje el asiento a una mujer. Eso se está perdiendo", se lamenta. Más allá de los cambios, el mensaje es que hay un límite entre ser caballero y ser pesado.
La idea no es que el hombre sacrifique su saco para que la mujer no pise al charco, sino que respete ciertas actitudes básicas, mínimas de educación, que hagan sentir a la mujer a gusto. Y a la vez la mujer se tiene que dar cuenta que su lugar no es de inferioridad es apenas distinto. Valorarse para que los demás se le valoricen. Esto es lo hemos perdido, no saber valorarse. Conclusión somos tratadas como queremos, objeto.
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