lunes, 31 de marzo de 2014

MFSHOW: PROPUESTAS JOVENES E INNOVADORAS
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Por: Alejandra Gaffner
The 2nd skin
Aurelia Gil
Nicholas&Atienza
La Condesa
Marcos Luengo
Jorge Vázquez
Jorge Vázquez
La Condesa
El primer evento de todos empezó el martes 11 y terminó el jueves 13 de febrero. Se trata de una plataforma en la que participan 8 diseñadores españoles para dar a conocer las propuestas de Otoño/Invierno 2014.
Todos los diseñadores tienen propuestas originales sobre la mesa, juveniles e innovadoras. Entre los participantes encontramos al dúo Nicholas & Atienza, The 2nd Skin Co., La Condesa, Marcos Luengo, Aurelia Gil, Yono Taola, Poe & You y por último Jorge Vázquez, que ya es habitual verle participando en MFSHOW. 

El primer desfile de esta jornada fue el de Nicholas & Atienza en el Museo de Artes Decorativas de Madrid. Presentaron una colección que destacó por la elegancia y feminidad de los diseños. Por una escalera muy señorial desfilaban las modelos con vestidos de cortes asimétricos tanto largos como cortos. Los colores predominantes fueron el blanco, negro y rojo. Algunos trajes nos llevaban a un viaje en el tiempo al Hollywood clásico. Visten a la mujer sencilla pero elegante. A la hora de revelar su fuente de inspiración, confiesan que el entorno juega un papel muy importante, y como ellos dicen, se inspiran en la arquitectura, el campo o la danza. 

La Condesa debutó por primera vez en la pasarela MFSHOW, donde presentó su colección “Cornucopia” en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, un edificio en simbiosis con su colección, en el que se respiraba un ambiente joven y moderno. Si hay algo que distingue a la Condesa de los demás, son sus famosas chaquetas de inspiración aristocrática, que no defraudan. Una colección donde se mezcla inspiración barroca y militar, con detalles muy cuidados donde las joyas y adornos cobran gran importancia, como botones dorados, perlas y galones. Las chaquetas se combinan con boyfriend jeans y hasta con vestidos vaporosos para darle un toque más informal. Son todo un acierto para las que optan por un look juvenil pero clásico y elegante a la vez. 

MFSHOW terminó de la mano de Jorge Vázquez que presentó su colección en el emblemático Jardín Botánico de Madrid. El centro de todas las miradas fueron los vestidos de fiesta con tejidos brillantes que son los verdaderos protagonistas de la noche. EL resto de la colección de inspiración años 70, también presenta elementos brillantes que aportan un estilo más sofisticado a los clásicos trajes de falda y chaqueta. Las prendas de estilo más urbano incorporan tejidos gruesos y de diversos colores donde imperan distintos tonos de azul, beige y verdes. Una colección muy lady y femenina


sábado, 29 de marzo de 2014





                    CAZADORAS PARA TODOS LOS ESTILOS
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Por: Paula Gárgoles
Chaqueta tipo peplum
Mezclas de tejidos
Estilo bike
Las cazadoras se reinventan a si mismas. Las encontraremos con mezcla de tejido con cuero, con cortes al estilo peplum o siluetas asimétricas.
Las cazadoras son una prenda perfecta cuando los termostatos no son tan bajos o te molesta el peso del abrigo. Las nuevas tendencias en cazadoras mezclan varios tipos de materiales como son la piel y la lana. Lo último son las cazadoras de estilo aviador pero hechas 100% de lana y de colores.
 
Otra novedad está en el corte: si quieres marcar cintura, te recomendamos el estilo peplum que tanto se llevó en vestidos y ahora se adapta a las cazadoras. Es un estilo muy femenino y favorecedor, ya que hace un corte en la parte más estrecha de la cintura para después ensancharse hacia la cadera. Suelen tener cinturón fino y varias cremalleras que decoran. Encontraremos cazadoras minimalistas, sin ningún detalle, en el que el protagonista suele ser el color. O en el otro extremo, las cazadoras con siluetas asimétricas gracias a las varias cremalleras que se abren y se cierran. Esto permite jugar con la estructura y hacer que sean asimétricas, con aperturas insospechadas. 

Con todo el éxito que está teniendo la bici para moverse por la ciudad, la industria de la moda ha hecho un guiño a esta macro-tendencia y unas de las siluetas preferidas de los diseñadores son las cazadores biker, que están preparadas para montar en bici y tienen los hombros y brazos reforzados. 

El color más trendy será el Deep Ocean, que es un azul profundo, un poco más oscuro que el azul tinta y combina con muchos colores y sienta muy bien a la piel de las mujeres mediterráneas. Con todo este elenco de posibilidades, cada una podrá elegir la cazadora que se adapta mejor a su estilo.

jueves, 27 de marzo de 2014

ASÍ NACEN LAS TENDENCIAS
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Por: Josefina Figueras
FIT modelos 1770
Expo Fashion Institute
Estilo imperio
Cuadros tartán
Siglo XX
Estilo camuflaje
Encajes negros
¿De dónde surge la moda? ¿Cómo nacen las tendencias? La exposición “Trend Ology”, del Museo del Fashion Institute of Technology de Nueva York, intenta contestar a estas preguntas. El recorrido expositivo es una exploración de los orígenes de las tendencias en moda durante los últimos 250 años y va mostrando a través de trajes y accesorios el ciclo vital de lo que se considera trendy en cada momento histórico: desde la influencia hollywoodense a la fiebre oriental, la opulencia romántica de los 80 o el dominio de las marcas de nuestro siglo. La exposición permanecerá abierta hasta el 30 de abril.
Como todo en la vida, las tendencias nacen, crecen y mueren. Unas tienen mayor impacto o son más originales que otras pero todas juntas van marcando el paso a la historia de la moda. La exposición del FIT da un especial relieve a unas tendencias determinadas
 
1770: PASION ORIENTALISTA
 
A finales del siglo XVIII el estilo oriental tuvo una gran repercusión en la moda europea. Se impusieron los abanicos de sándalo y marfil con dibujos de oro y plata originarios del Japón y de China. También caló en la moda el colorido originario de oriente. El color amarillo -el propio del emperador en China- llegó a ser el color de moda en algunos países europeos. 

1810: RUMBO A ESCOCIA
 
Estos años significaron una transición entre los extravagantes vestidos de seda y terciopelo a otros mucho más simples de línea Imperio con un corte por debajo del pecho y mangas pequeñas y abullonadas. Las novelas de Walter Scott, ambientadas en Escocia, llevaron a la moda los cuadros escoceses, que fueron acogidos con entusiasmo por las más destacadas fashionistas de la época.
 
1988: FANTASIAS BARROCAS
 
La moda de los 80 recobra la fiebre romántica y la pasión por el espectáculo. Algunas series televisivas como Dallas y Dinastía son una buena muestra. A nivel internacional surgen diseñadores como Karl Lagerfeld, que reflota el estilo Chanel, y Christian Lacroix que se recrea en sus fantasías barrocas y se atribuye el mérito de haber dado un nuevo empuje de rigor y fantasía a la moda. 

2000: EL “TODO VALE”
 
A principios de siglo y como consecuencia del individualismo rampante, la moda se ve incluida en la filosofía del “todo vale”, introduciendo el gusto por las opciones múltiples. La fashion-victim pasa a la historia y no es posible ser trendy si uno no quiere desmarcarse de esta veloz corriente que arrasa el principio de siglo. Las grandes cadenas llevan la moda a la calle con tendencias dispares. Una de ellas es, por ejemplo, la tendencia “camuflaje”, hoy nuevamente de gran actualidad.
 
2005: GANAN LAS MARCAS
 
La pasión por las marcas ha ido “in crescendo”. Los bolsos de las grandes firmas son objeto de deseo de las más fashionistas, pero… las grandes marcas son caras. En este contexto encontramos el auge de las falsificaciones tan perfectas que a veces se hace difícil descubrirlas. La lucha por las falsificaciones -tan abundantes- pierde fuerza y nos consolamos con la celebre frase de Cocó Chanel: “El día que dejen de copiarme me echaré a llorar”·

lunes, 24 de marzo de 2014




NUESTRAS MARCAS TRIUNFAN EN RUSIA
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Stand de España
Stand de España
Un total de 35 empresas españolas han participado en el Salón Collection Première Moscow (CPM), la importante feria de moda de la capital rusa, celebrado entre el 25 y el 28 de febrero, donde han presentado sus colecciones para el otoño-invierno 2014/15. 

Organizada la participación por ICEX, las firmas españolas acuden a este certamen, que atrae a más de 20.000 visitantes, desde hace más de 10 años. En esta ocasión, algunas de las más conocidas firmas de hombre, mujer y niño representadas fueron Escorpión, Naulover, Viriato, Florentino, Punto Blanco, Piccoletas, Mayoral, Cóndor o Etiem. 

Además, participaron en diversos desfiles de moda infantil, moda de baño y hombre/mujer. En el año 2012, las exportaciones españolas de confección textil a Rusia sumaron 184.937 millones. 

Entre enero y noviembre de 2013, la cifra ascendió a 202.891 millones, lo que representa un incremento del 13,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Estos datos tan positivos confirman el carácter estratégico del mercado ruso para las empresas españolas del sector de la moda.

domingo, 23 de marzo de 2014

ARMANI: LAS NOCHES SON PARA BRILLAR
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Por: Mara Velasco
La actual propuesta prêt-à-porter de Giorgio Armani nos sugiere a la mujer que, luciendo uno de los looks preciosistas de la colección “Garçonne”, transmite esa elegancia discreta y exquisita que no necesita nada más para hacerse notar. Nos fijamos especialmente en sus diseños para las noches más rutilantes del año: tonos oscuros, matices brillantes, líneas fluidas y elementos masculinos son sus notas dominantes.
La vuelta a los pantalones y a detalles de etiqueta masculinas –como las pajaritas- los reinterpreta Armani sin olvidar que está vistiendo a una mujer muy femenina y muy segura de sí misma. 

Los vestidos cortos.- Vestidos de cóctel hasta la rodilla o justo encima de ella, con cuerpo ajustado de terciopelo, talle alto y falda plisada o fruncida en varias capas de tul, con aplicaciones y volantes de encaje. Detalles importantes en los hombros, con grandes flores de organza. Negro sobre negro. 

Los vestidos largos.- Sorpresa en los diferentes modelos por su aire art nouveau: numerosos vestidos fourreau, de terciopelo negro o azul noche, combinados con sobretodo de seda y botones tallados de azabache. Gran importancia de los escotes, con grandes flores de organza o con lazadas de pailletes. Vestido de escote asimétrico combinando el terciopelo negro con los detalles en cintura y bajos de tiras de napa azul noche. Monos de tul en tono gris perla con filigrana bordada en azul noche. Vestido en georgette de seda con detalles de raso, falda plisada y cinturón en piel nacarada. Todo en negro. 

Los conjuntos.- Sobre todo de pantalón, ancho y fluido, como base del look, que da gran protagonismo también a las chaquetas, tops y blusas. Tops con tirantes y volantes de raso nacarado y aplicaciones de pailletes. Chaquetas bordadas en cristales baguette con formas floreadas estilo modernista, y filigranas metalizadas de figuras geométricas. Blusas con grandes pétalos de organza iluminados con lentejuelas. Cuerpos cuajados de pedrería y pailletes metálicos. Las faldas largas hasta el suelo son también fluidas y de diferentes materiales: seda, terciopelo devoré, tul bordado… Los tonos, además de los metalizados en plata y oro, beiges, negro, azul noche y malvas en diferentes grados. 

Los complementos.- Armani propone tocar la cabeza con bonetes, turbantes y elegantes boinas en terciopelo y croché. Collares de cuentas en obsidiana y azabache, complementos con flecos, guantes de rejilla, zapatos salón bordados y slippers de terciopelo, botones-joya, cadenitas y detalles de pajaritas. Bolsos clutch con pailletes y flecos.

La mugre también viste de etiqueta.


Ayer y hoy
        Los diez o doce lectores que aún me quedan quizá recuerden que el mes pasado comencé a escribir una moderada defensa de la "buena pinta", es decir, de la fachada con que nos presentamos ante los demás. Todo vino a propósito de un chaval a quien cambié de nombre pero no de atuendo, que se presentó en mi despacho de la capellanía vestido de mendigo o de prisionero en Auschwitz, y salió camino de su casa a bordo de un imponente automóvil azul metalizado.
        Ya me temía yo que estaba metiéndome en un peligroso jardín, sobre todo cuando hablé de "feísmo" y descalifiqué la moda del pantalón corto y las chancletas.
        — Ni feísmo ni "guapismo" –me increpó Luis–. Lo que a usted le parece feo a mí me mola. Y sobre gustos no hay nada escrito.
        — Te equivocas, amigo. Sobre gustos se han escrito bibliotecas enteras. Y no todo es subjetivo si hablamos de belleza o fealdad.
        Lo que pasa, en mi opinión, es que la sociedad se nos ha vuelto del revés, y, en cuestiones de fachada, es decir, de indumentaria, de lenguaje, de trato social etc., los valores de la elegancia y la pulcritud han dejado su puesto a otros más mezquinos.
        A ver si soy capaz de explicarme recurriendo a la historia.
        Hace cincuenta años el nivel económico del personal se notaba al primer golpe de vista, de nariz y de oído: los pobres vestían de pobre, olían a pobre y hablaban como pobres. Los ricos, por el contrario, vestían de rico, es decir, con ropa de confección, zapatos importados y corbatas de seda. También olían a rico, y su lenguaje almidonado estaba en consonancia con la blancura de sus puñetas y el brillo de sus gemelos de oro.
        Todo eso, gracias a Dios, desapareció hace varias décadas. El desarrollo económico y el "Corte Inglés" hicieron su benéfica tarea homogeneizadora, y el buen gusto dejó de ser patrimonio de los más privilegiados. Ya no era preciso tener una cuenta corriente poco corriente para vestir razonablemente bien.
        Pero el vestido, más que para abrigarse, sirve para distinguirse, y como en cuestiones de estética las clases sociales se habían equiparado, los fabricantes de ropa y sus cómplices los clientes, dejaron a un lado la belleza y todas esas monsergas y cambiaron de estrategia. La elegancia ya no dependería del buen gusto del atuendo, sino del precio. Y el precio se reflejaría en una etiqueta, que no se ocultaba, sino todo lo contrario: aparecía bien visible, con logotipo incluido, como un anuncio gratuito de la marca en cuestión y un modo de prestigiar al comprador, con tal de que éste se lo creyera.
No cretinos sino algo peor        Qué éxito, chico. "Vestir de etiqueta" ya no significaba disfrazarse de pingüino, sino llevar el dibujo más prestigioso en el bolsillo trasero del pantalón. Equivalía, para entendernos, a enseñar la factura. Y eso que el famoso cocodrilo de Lacoste se vendía en el Metro de Madrid y te lo cosían en la prenda que eligieras sin aumento de precio.
        El siguiente paso fue precisamente el culto de lo feo, de lo cutre, incluso de lo sucio. Eso sí, con etiqueta. Unos buenos tejanos descoloridos y desgarrados, unos zapatos de doscientos euros sin calcetines ni betún, una camisa sudadita y una barba de tres días visten cantidad a bordo de un Ferrari.
        La pregunta es: Todo esto, ¿tiene algún significado, o nos hemos vuelto cretinos?
        No. La fachada que presentamos nunca es casual. En el fondo, toda fachada es un lenguaje, un modo de comunicar a los demás lo que uno piensa de sí mismo y del vecino que tiene enfrente.
        — Ya. O sea que el hortera adinerado que exhibe su roña…
        — El hortera en cuestión, probablemente no sea consciente de lo que hace, pero, en el fondo, está diciendo a su vecino que no le merece el menor respeto, que, para él, es irrelevante la sensibilidad ajena.
        — Soy rico, muchacho –nos comunica–. Mi dignidad está en mi cartera. Valgo lo que tengo y ni un euro más… Soy sólo un tipo mugriento vestido de etiqueta.

sábado, 22 de marzo de 2014

La fachada (I)


De los detalles de fachada personal

        A punto ya de volver a casa, Jorge (pongamos que se llama así) llamó a la puerta de mi despacho. Estábamos en junio, esa atribulada etapa de exámenes en la que el capellán se dedica, sobre todo, a las obras de misericordia propias de su oficio: consolar al afligido, animar al cateado, aplacar al furioso y escuchar…, sobre todo escuchar.
        Jorge caminaba arrastrando unas chanclas sin calcetines, como las que yo mismo uso para ir a la ducha. Un pantalón de camuflaje, lleno de bolsillos, arrugas y churretes, le cubría media pantorrilla. La camisa era beige, amplia, cuatro o cinco tallas más grande de lo necesario y con botones que no parecían haberse abrochado jamás. La barba de tres días resplandecía grasienta e impregnada de esos sudores fríos previos a los exámenes, que se mezclan con los cálidos sudores del verano. El pelo, prieto y frondoso, no había visto un peine en los últimos meses.
        Estuvimos charlando un rato. A pesar de la apariencia, se percibía cierto aroma a lavanda cara. Sin embargo, como el chaval estaba nervioso, se rascaba una y otra vez el tórax y sus arrabales abrazándose con ambas manos.
        Al final salimos juntos a la calle.
        —¿Te acerco a algún sitio? –le pregunté–.
        —No, gracias. Tengo coche.
        Y se subió a un reluciente BMW nuevo y metalizado. El motor sonaba como una orquesta sinfónica.
        Camino de casa recordé la historia que Pemán contaba hace muchos años:
        En un pueblo andaluz alguien llama a la puerta de su vecino:
        —Perdone que le moleste: ¿sería usted tan amable de decirme de qué color prefiere que pinte la fachada de mi casa?
        El vecino le mira con asombro.
        —¿Por qué me lo pregunta a mí? La casa es suya.
        —En efecto. Pero será usted el que la vea todas las mañanas.
El aspecto y la moda

        Sirva este breve espacio en blanco para tomar aliento. Uno no quisiera polemizar por tonterías. Hay asuntos más graves que la roña epidérmica del personal. Sin embargo, como estamos en verano y es tiempo de tertulia, quizá valga la pena dedicar un par de artículos o tres a reflexionar sobre el tema.
        No pretendo redactar un manual de buenas maneras. Lo mío no es la estética sino la ética. Pero ya escribí hace años en esta misma página que la mugre puede ser el espejo del alma: toda la mugre: la de la pellejo, la del vestido, la del lenguaje, la de los gestos…
        Es cierto que la moda es despótica y no parece fácil oponerse a sus dictados. Pero ¿es sólo una moda llevar los pantalones cortos y arrugados, enseñar las espinillas lanudas, despeinarse frenéticamente al amanecer o lucir unos tejanos andrajosos, que son "lo más de lo más" y valen una pasta? Por otra parte, ¿hay algo más allá de la moda?, ¿es indiferente desde el punto de vista moral ese aparente descrédito de la belleza en el que ahora nos encontramos? ¿Significa también un cierto desprecio hacia el que contempla nuestro aspecto?
        Si aquella mañana de junio hubiese preguntado a Jorge por su atuendo, probablemente me habría respondido:
        —Es cómodo.
¿Cómo un gruñón?        Y si hubiera insistido un poco, seguramente habría reconocido que sus pantalones le gustaban más que nada porque se llevan y porque son caros; y la camisa también; y que las chancletas las ha comprado no sé donde.
        Me temo que no habríamos pasado de ahí. El feísmo se lleva. Y tengo la sospecha de que se trata de un mal síntoma. A muchos les avergüenza hablar de belleza. Y, por supuesto, resulta anacrónico, a estas alturas del siglo, predicar que el respeto, el señorío, el amor al prójimo y hasta la propia dignidad quizá tienen algo que ver con la fachada que uno presente a su vecino.
        Me dice Luis que hablo como un viejo gruñón.
        —No te quemes con este asunto –insiste–.
        Quizá tenga razón, pero me propongo seguir cavilando sobre el tema. Hoy hace fresco en la Sierra de Segovia. Está amaneciendo en Riaza un día luminoso y magnífico que me trae a la memoria el comienzo de aquel poema de Juan Ramón Jiménez: "Dios está azul".
        A Dios sí le parece importante renovar cada mañana su fachada.

jueves, 20 de marzo de 2014

PARÍS SE APUNTA AL "TODO VALE"
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Vuitton
Balenciaga
Valentino
Chanel
El punto final de las Fashion Week ha sido París. La mítica capital de la moda ha optado por el “todo vale” en sus colecciones para el próximo otoño-invierno con una gran variedad de tendencias y escenarios originales y deslumbrantes. 

La colección de Louis Vuitton era la más esperada ya que suponía el debut para esta marca de Nicolás Ghesquière que rigió durante 15 años los destinos de Balenciaga. El sustituto de Marc Jacobs no defraudó. Su colección en la antesala del Museo del Louvre presentó una silueta sesentera muy estructurada con espectaculares mezclas de texturas: paños de cachemir con cuero, brocados con plumas y mezclas de colores a base de bloques antagónicos. 

Karl Lagerfeld situó la colección Chanel en un Grand Palais convertido en un gigantesco mercado en el que no faltaban los carros de la compra, las cestas y toda clase de productos. Los modelos que circularon ante este desmadre consumista fueron los clásicos tweeds de Chanel, con chaquetas cortas y abundancia de tonos rosas, y los tejidos troquelados y agujereados. ¡Ah! Y la inmensa comodidad de las zapatillas de deporte. 

El abrigo fue la prenda “estrella” de la colección de Celine en mil versiones: estilo militar, oversize o ceñido a la cintura y con abrochados asimétricos. Valentino buscó el romanticismo de los estampados con mariposas y flores junto a looks geométricos combinados con elementos tan dispares como faldas de tul o con largos flecos. 

En la misma línea de estampados floristas y muy vitales fueron las creaciones de Ricardo Tiscy para Givenchy, que sumó a los mismos el print leopardo y abundancia de brillantes pailletes para la noche. 

El modernismo triunfó en París de la mano de Raf Simons paraChristian Dior, que presentó en los jardines del Museo Rodin unos minimalistas trajes de chaqueta pantalón y una serie de abrigos cruzados de tonos claros con manga francesa y superposiciones de vestidos y camisetas. Tampoco en esta colección faltaron la zapatillas deportivas.