martes, 15 de abril de 2014

Modelos de un Gran Diseñador
Aprendamos a expresar nuestro interior en lo exterior y a leer lo interior en lo exterior. Parece un juego de palabras pero no lo es, un grupo de mujeres con ganas de marcar cambios se lo ha tomado muy en serio y están instalando un programa para lograrlo.
“No me gusta escuchar que los adolescentes están perdidos, existen un montón de chicas que son modelos de vida, por eso estoy comprometida con este proyecto, porque quiero incentivarlas a que cada vez sean más las que se animen a marcar la diferencia, a ser más auténticas, que la gente las conozca por lo que son. Por este camino queremos ir -de a poco- cambiando la realidad en que vivimos, aspiramos a poner los valores de moda ¿por qué? Y, porque viviéndolos se puede ser muy feliz”. Así opina Paz (20 años).
Encontrar un espacio donde las adolescentes puedan parar, reflexionar, pensar, aprender, descubrir y compartir parece imposible, sin embargo existen esos lugares y éste es un “oasis” afirman madres e hijas.
  A brillar
“La propuesta consiste en poner de moda los valores, que las chicas que hacen el programa se sientan dignas de ser mujeres, sin necesidad de venderse, ni de ser utilizadas. Las madres tenemos un desafío grande de educar a nuestras hijas en medio de una sociedad donde los valores están muy “relativizados”, por eso necesitamos herramientas, recursos para clarificar ideas, razones que ayuden a nuestras hijas a no dejarse invadir por lo negativo que viene de afuera, sino rescatar aquello enorme y positivo que tenemos en nuestro interior y hacerlo brillar.” Para Malena (47 años),”tener un espacio donde madres e hijas podemos hablar de estos temas es una oportunidad de crecimiento, podemos re ver las cosas en casa y esto no se estanca, se renueva”
“En plena adolescencia el curso es un aporte más, es una herramienta para llegar ser una mujer íntegra y poder vivir los valores que muchos padres intentan transmitir, pero que yo hoy elijo vivir. Me da alegría, termino el año plena, al ver a las chicas tan contentas, con ganas de crecer, aprender, abrirse, que puedan decir lo que les pasa, puedan ver su interior, conocerse, ver qué está bien y las ayuda y también reconocer aquello que no suma o daña, en definitiva es conectarse con ellas mismas en tiempos de tanta fuga”, concluye Paz (21), Súper modelo del programa.
  La movida
Este programa de “modelos” se lleva adelante en Argentina desde hace 5 años, gracias al compromiso de mujeres y chicas que dan de su tiempo con el apoyo de empresas comprometidas. Pili (41 años) nos cuenta alguno de los objetivos “Generar un lugar de encuentro para que a través de una parte fashion, las chicas iluminen la belleza externa desde la interna, sacando lo mejor de cada una, tomando como base la formación en valores que les da las herramientas para por un lado conocerse y aceptarse, y por otro descubrir lo que vale y así cada una podrá plantearse: ¿cómo quiero y elijo vivir?, ¿qué
mensaje quiero dar y transmitir a través de mi modo de ser, de vestirme y actuar?. Para esto trabajamos desde las fortalezas y virtudes de cada uno. Queremos sembrar para formar mujeres integras, que sepan pisar fuerte en la vida”
TRANSFORMACION

En estos meses fui presenciando la transformación de mi hija, como de a poco iba comprendiendo, encontrándole un nuevo sentido a su estar en este mundo, iba abandonando inseguridades para llenarse de valores que uno por uno se encargó de ir colocando en cada lugar en que le tocaba estar. Este año la vi expandirse, la vi crecer sin ponerse techos, la vi tomar conciencia de que su vida está en sus manos y en las decisiones que toma y sobre todo la vi aprender que todo está a su alcance si ella es fiel a sí misma.
Culminó el año con un diploma a la "Mejor Compañera" y les confieso, que he recibido muchos honores en otros momentos pero ninguno de esta envergadura.
La parte que llaman fashion incluye maquillaje, posturas, ropa, pasarelas y termina con un desfile al cual acuden padres, hermanos y
amigos.
Josefina de 21 años reconoce que recibió mucho, tuvo una buena formación, una linda familia y buenas amigas. Por eso, siente el deber de devolver, de corresponder brindándose ella misma. Fue su mamá quien le propuso participar en estos cursos y hace 3 que está colaborando en la coordinación de las más chicas. “Para mí es todo un desafío, afirma, ya que no podría hacer esto sin ser coherente y cuesta por que tira mucho lo que la sociedad propone. Buscamos ayudar a las chicas a ver qué se puede cambiar, generar algo positivo en vez de una moda al azar, manejada desde afuera, en algún punto, impuesta. Queremos que busquen su propio estilo, que se animen a ser fieles a lo que ellas piensan y quieren, cuanto más autentica mejor, así explotamos nuestra verdadera belleza”
Cuando parece que lo único que vende o atrae son las malas noticias, aporta alegría y esperanza, ver que siempre encontramos personas que siguen construyendo espacios porque creen en el valor de la persona, de la mujer, de la familia. Esta movida busca dar a los valores su lugar intentando formar “verdaderos modelos de vida para la sociedad”. Lejos de ser un orgullo, las chicas lo viven como una nueva responsabilidad.

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